Noticia sobre Seducción
Encuentra curso de seducción en: http://educagratis.cl/moodle/course/view.php?id=69
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El gurú de la seducción científica se retracta para volverse un fiel padre de familia
Ha escrito dos 'bestseller' que han vendido millones de copias en todo el mundo a raíz de los cuales han surgido cientos de imitadoresSu filosofía se basa en llevarse a una mujer a la cama a cualquier precio recurriendo a mentiras, manipulación psicológica u otros ardidesColectivos feministas critican su misoginia, su cinismo y el afán de lucro
Neil Strauss es considerado por sus millones de seguidores como un auténtico gurú y el gran profeta de la seducción autor de las dos grandes Biblias en esta materia: The Game (El método, en castellano) y Rules of the Game. Un hombre considerado como el mayor sabio de la seducción por el que se profesa una especie de veneración y que ahora podría caer en desgracia porque, en un acto de contricción, ha decidido retractarse de sus enseñanzas y pretende que sus fieles sigan su camino. Una misión que a Strauss no se le antoja tarea fácil porque, además de la fe de sus numerosos seguidores en sus enseñanzas, le han surgido cientos de imitadores, coaches y autodenominados expertos en la materia que predican a los cuatro vientos las bondades de este método de seducción en charlas, seminarios y otros libros. Sin embargo, todos ellos tienen en común una meta muy definida: llevarse a la cama a una mujer casi a cualquier precio. Un fin para el que emplean unos medios discutibles. Existen numerosos testimonios de mujeres recopilados en foros, prensa y portales de Internet que denuncian prácticas que rozan el acoso. "Mi amiga me contó una historia sobre cómo un tipo que le persiguió como un loco durante semanas y, después de tener sexo una única vez, dejó de hacerle caso y actuó como si no existiera", cuenta la columnista del Huffinton Post, Holly Sidell en uno de sus artículos sobre el tema. Métodos dudososLas técnicas empleadas por esta subcultura de seductores mezclan guiones de actuación predefinidos a la hora de acercarse a una chica, técnicas de autoayuda, nociones de psicología enfocadas a la manipulación y algunos principios del márketing aplicado al ligue que cuentan con una jerga propia. Una de las más populares internacionalmente se denomina Freeze-out (descongelar, literalmente, en castellano) que consiste en "hacer el vacío e ignorar por completo" a una mujer después de que ésta se haya negado a tener sexo y se aconsejan llevar a cabo acciones como: "Dar la espalda, mirar el correo, llamar a un amigo o a encender la televisión" haciendo como si ella no estuviese presente. Una técnica que persigue "crear una situación incómoda acentuando el sentimiento de rechazo" hasta que la mujer termine cediendo, explica la propia Sidell tras investigar a fondo el colectivo.En el caso español, la terminología cambia y el protagonismo de la literatura de la seducción es compartido entre los libros de Strauss y el título Seducción Científica, escrito por el valenciano Mario Luna. En la jerga a nivel nacional, sus seguidores se denominan a sí mismos Aven (un acrónimo de "Artista Venusiano") y cuentan con un código propio para referirse a las mujeres en base a una combinación de letras y números como "TB7" o "TB9", que corresponden a "tía buena" acompañada de una cifra con la que califican su aspecto físico. Pese a los cambios en el lenguaje con respecto a EEUU, se mantienen una filosofía y unas técnicas comunes que los gurús imparten en talleres, conferencias, campamentos de verano y sesiones personalizadas -on-line y presenciales- por precios que oscilan entre los 100 euros y los 1997 euros..Pese a que este colectivo utiliza la palabra ciencia como reclamo de sus métodos, la problemática que existe detrás de esta formación y estos talleres trasciende a lo económico y al debate sobre si las técnicas realmente merecen una etiqueta que eleva estos métodos al nivel de una ciencia. Desde los albores de este movimiento, numerosos colectivos feministas en todo el mundo denuncian los problemas y peligros que estas técnicas traen consigo para las mujeres. "Deja de pedir permiso", reza una de las máximas más repetidas en la comunidad de seducción. "Pedir permiso crea un momento incómodo donde el cerebro de la mujer se llena de razones que no tienen nada que ver con lo que estás preguntando. En lugar de pedir permiso, hazlo y a ver qué pasa", afirma en su web Rooshv, uno de los gurús más populares en EEUU surgido a la estela de Strauss que cuenta con una newsletter a la que están suscritos más de 40.000 seguidores."Hay un montón de problemas con la comunidad de seducción que el feminismo señala: la misoginia, el cinismo hacia las relaciones y las tácticas que no tienen en cuenta el consenso", recoge la web Feminist Critics en un amplio tratamiento desde la perspectiva de género sobre el comportamiento de estos hombres.Unas críticas que también provienen desde nuestro país a través de blogs como Antiseductor, que se alzan como referencia a la hora denunciar las prácticas de los seductores científicos en España. "El problema es doble: Por un lado fomentan una serie de estereotipos que hacen que los roles de género sigan siendo los mismos -concretamente el de hombre machote y mujer pasiva- y por otro se lucran de gente que está desesperada con un funcionamiento que tiene un estilo parecido a la autoayuda o el coaching por el que cobran sin dar soluciones reales", denuncia su autor. Motivos del arrepentimientoEl arrepentimiento Strauss viene de la mano de un nuevo libro: The Truth, en el que da un importante giro a la hora de plantear su relación con las mujeres. Una suerte de redención que comenzó su camino en una clínica de desintoxicación para tratar su adicción al sexo y con una reflexión sobre las relaciones con su madre a la que achaca un comportamiento narcisista. "Cuando escribí The Game y millones de personas lo leyeron pensé que estaba mostrando algún tipo de verdad. Sin embargo, me di cuenta de que simplemente estaba hablando con personas a las que le sucedía la misma mierda o estaban pasando por el mismo trauma", reconoció el autor durante su gira de presentación. "¿Sabéis qué, chicos? Todos nosotros estamos bien jodidos", resalta. Unos traumas contra los que ahora busca luchar para convertirse en un hombre de familia y mantenerse fiel a su esposa. "Un padre está ahí para hacerse cargo de sus hijos", señala. "Lo que ocurre es que a veces los niños tienen que hacerse cargo de sus padres", añade. Un problema radicado en la infancia que cree que muchos de los seguidores de la cultura de la seducción comparten y cuya nueva solución la basa en "trabajar en uno mismo".
Neil Strauss es considerado por sus millones de seguidores como un auténtico gurú y el gran profeta de la seducción autor de las dos grandes Biblias en esta materia: The Game (El método, en castellano) y Rules of the Game. Un hombre considerado como el mayor sabio de la seducción por el que se profesa una especie de veneración y que ahora podría caer en desgracia porque, en un acto de contricción, ha decidido retractarse de sus enseñanzas y pretende que sus fieles sigan su camino. Una misión que a Strauss no se le antoja tarea fácil porque, además de la fe de sus numerosos seguidores en sus enseñanzas, le han surgido cientos de imitadores, coaches y autodenominados expertos en la materia que predican a los cuatro vientos las bondades de este método de seducción en charlas, seminarios y otros libros. Sin embargo, todos ellos tienen en común una meta muy definida: llevarse a la cama a una mujer casi a cualquier precio. Un fin para el que emplean unos medios discutibles. Existen numerosos testimonios de mujeres recopilados en foros, prensa y portales de Internet que denuncian prácticas que rozan el acoso. "Mi amiga me contó una historia sobre cómo un tipo que le persiguió como un loco durante semanas y, después de tener sexo una única vez, dejó de hacerle caso y actuó como si no existiera", cuenta la columnista del Huffinton Post, Holly Sidell en uno de sus artículos sobre el tema. Métodos dudososLas técnicas empleadas por esta subcultura de seductores mezclan guiones de actuación predefinidos a la hora de acercarse a una chica, técnicas de autoayuda, nociones de psicología enfocadas a la manipulación y algunos principios del márketing aplicado al ligue que cuentan con una jerga propia. Una de las más populares internacionalmente se denomina Freeze-out (descongelar, literalmente, en castellano) que consiste en "hacer el vacío e ignorar por completo" a una mujer después de que ésta se haya negado a tener sexo y se aconsejan llevar a cabo acciones como: "Dar la espalda, mirar el correo, llamar a un amigo o a encender la televisión" haciendo como si ella no estuviese presente. Una técnica que persigue "crear una situación incómoda acentuando el sentimiento de rechazo" hasta que la mujer termine cediendo, explica la propia Sidell tras investigar a fondo el colectivo.En el caso español, la terminología cambia y el protagonismo de la literatura de la seducción es compartido entre los libros de Strauss y el título Seducción Científica, escrito por el valenciano Mario Luna. En la jerga a nivel nacional, sus seguidores se denominan a sí mismos Aven (un acrónimo de "Artista Venusiano") y cuentan con un código propio para referirse a las mujeres en base a una combinación de letras y números como "TB7" o "TB9", que corresponden a "tía buena" acompañada de una cifra con la que califican su aspecto físico. Pese a los cambios en el lenguaje con respecto a EEUU, se mantienen una filosofía y unas técnicas comunes que los gurús imparten en talleres, conferencias, campamentos de verano y sesiones personalizadas -on-line y presenciales- por precios que oscilan entre los 100 euros y los 1997 euros..Pese a que este colectivo utiliza la palabra ciencia como reclamo de sus métodos, la problemática que existe detrás de esta formación y estos talleres trasciende a lo económico y al debate sobre si las técnicas realmente merecen una etiqueta que eleva estos métodos al nivel de una ciencia. Desde los albores de este movimiento, numerosos colectivos feministas en todo el mundo denuncian los problemas y peligros que estas técnicas traen consigo para las mujeres. "Deja de pedir permiso", reza una de las máximas más repetidas en la comunidad de seducción. "Pedir permiso crea un momento incómodo donde el cerebro de la mujer se llena de razones que no tienen nada que ver con lo que estás preguntando. En lugar de pedir permiso, hazlo y a ver qué pasa", afirma en su web Rooshv, uno de los gurús más populares en EEUU surgido a la estela de Strauss que cuenta con una newsletter a la que están suscritos más de 40.000 seguidores."Hay un montón de problemas con la comunidad de seducción que el feminismo señala: la misoginia, el cinismo hacia las relaciones y las tácticas que no tienen en cuenta el consenso", recoge la web Feminist Critics en un amplio tratamiento desde la perspectiva de género sobre el comportamiento de estos hombres.Unas críticas que también provienen desde nuestro país a través de blogs como Antiseductor, que se alzan como referencia a la hora denunciar las prácticas de los seductores científicos en España. "El problema es doble: Por un lado fomentan una serie de estereotipos que hacen que los roles de género sigan siendo los mismos -concretamente el de hombre machote y mujer pasiva- y por otro se lucran de gente que está desesperada con un funcionamiento que tiene un estilo parecido a la autoayuda o el coaching por el que cobran sin dar soluciones reales", denuncia su autor. Motivos del arrepentimientoEl arrepentimiento Strauss viene de la mano de un nuevo libro: The Truth, en el que da un importante giro a la hora de plantear su relación con las mujeres. Una suerte de redención que comenzó su camino en una clínica de desintoxicación para tratar su adicción al sexo y con una reflexión sobre las relaciones con su madre a la que achaca un comportamiento narcisista. "Cuando escribí The Game y millones de personas lo leyeron pensé que estaba mostrando algún tipo de verdad. Sin embargo, me di cuenta de que simplemente estaba hablando con personas a las que le sucedía la misma mierda o estaban pasando por el mismo trauma", reconoció el autor durante su gira de presentación. "¿Sabéis qué, chicos? Todos nosotros estamos bien jodidos", resalta. Unos traumas contra los que ahora busca luchar para convertirse en un hombre de familia y mantenerse fiel a su esposa. "Un padre está ahí para hacerse cargo de sus hijos", señala. "Lo que ocurre es que a veces los niños tienen que hacerse cargo de sus padres", añade. Un problema radicado en la infancia que cree que muchos de los seguidores de la cultura de la seducción comparten y cuya nueva solución la basa en "trabajar en uno mismo".