jueves, diciembre 08, 2016

Noticia sobre Astrología

Noticia sobre Astrología
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Todos hemos escuchado –o leído– la palabra zodiaco, pero ¿qué es? El zodiaco representa las constelaciones a través de las cuales pasan el Sol, la Luna y los planetas en su movimiento aparente a través del cielo de la Tierra. Dado que el Sol y los planetas están todos casi en el mismo plano en el Sistema Solar, pasan a través de las mismas constelaciones.
Aunque tradicionalmente se considera que el zodiaco está compuesto por 12 constelaciones, realmente el Sol pasa a través de 13 constelaciones. En orden, las constelaciones son Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis, Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio y Ofiuco.
En la Antigüedad, los astrónomos no comprendían plenamente cómo se movían la Tierra, el Sol y las estrellas. Ni tampoco tenían idea de que el Universo fuera tan vasto. Pero eran perspicaces observadores del cielo y trataron mucho de encontrarle algún sentido.
Las personas ya habían imaginado que las constelaciones podrían ser símbolos importantes, contando historias de sus dioses y otros mitos. No fue un paso grande suponer que las posiciones cambiantes de las constelaciones en momentos diferentes del año podrían ser importantes para las personas y los sucesos en la Tierra.
Los babilonios, hace más de 3.000 años, dividieron el zodiaco en 12 partes iguales. Eligieron 12 constelaciones del zodiaco, una para cada una de las 12 porciones, de modo que, a medida que la Tierra realiza su órbita alrededor del Sol, el Sol parecería pasar por cada una de las 12 partes del zodiaco. Dado que los babilonios ya tenían un calendario de 12 meses (basado en las fases de la Luna), cada mes recibió una porción del zodiaco.
Pero incluso según las historias antiguas de los mismos babilonios, hubo 13 constelaciones en el zodiaco[1]. De modo que los babilonios optaron por no incluir una de ellas, Ofiuco. Incluso así, algunas de las 12 elegidas no encajaban prolijamente en su porción asignada y se extendían hacia la siguiente.
Cuando los babilonios inventaron los 12 signos del zodiaco, un cumpleaños entre aproximadamente el 23 de julio y el 22 de agosto significaba que se había nacido bajo la constelación Leo. Ahora, unos 3.000 años después, debido al movimiento de precesión el eje de la Tierra ya no apunta en la misma dirección; el cielo se ha desplazado.
La precesión fue descubierta por Hiparco en el siglo II a.C. En la actualidad, que el cumpleaños de alguien fuera el 4 de agosto significaría que nació “bajo el signo” de Cáncer (una constelación “antes”), y no Leo. Extraño, ¿cierto?