sábado, marzo 25, 2017

Noticia sobre Construcción de Casas y Cabañas de Madera

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Casas prefabricadas se abren paso en la construcción
Lento pero seguro, las llamadas viviendas industriales y prefabricadas toman forma en el rubro de la edificación, pasando de tener alrededor de 2% del mercado en 1982 a 15% en 2005.
Frente al innegable potencial forestal que posee nuestro país, con cerca de 16 millones de hectáreas de bosques y de los cuales alrededor de 13,5% se destinan a la producción maderera, algunos empresarios, siguiendo el ejemplo de países más desarrollados, han apostado por incentivar el consumo de este producto como una alternativa a los materiales de construcción, básicamente en el mercado habitacional.
Emilio Moreno, consultor de Fundación Chile, explicó que la institución, dándose cuenta de la situación favorable del país por su poder forestal, se ha dedicado desde 1982 (cuando la edificación en madera daba sus primeros pasos y abarcaba sólo 2% de las construcciones nuevas) a estudiar las posibilidades de este producto en la construcción de viviendas, representando en la actualidad 15% del mercado inmobiliario y con miras a seguir incrementando su participación.
Sin embargo, aseguró que se deberán sortear muchas barreras antes de acercarse a los niveles de Estados Unidos o Canadá, “donde la madera ocupa alrededor de 80% de las viviendas”.
Si bien en Chile está creciendo su uso, la propia idiosincrasia merma la posibilidad de llegar a los niveles norteamericanos, pues las construcciones de hormigón siguen siendo las preferidas. Incluso, en igualdad de condiciones y de precios. En algunos casos, el metro cuadrado cuesta desde UF 20.
Industria
Casas Délano lleva 55 años en el negocio y cuenta con una participación de mercado por sobre 50% en casas prefabricadas de más de 180 metros cuadrados. Su gerente general, Sergio Délano, asegura que las casas de madera están teniendo alta demanda y que durante los ‘90 hubo un peak que hoy, luego de la crisis, se está retomando, lo que se traduce en la facturación de la compañía, que ha tenido un crecimiento cercano a 20% en 2004 y 2005.
Otro actor de estos inmuebles es Casas Alberta, que tiene una participación de 2%. Su gerente general, José Riesco, aseguró que “la demanda está creciendo rápidamente y ya se ha incorporado la tecnología de segundos pisos para la primera vivienda”.
Respecto al mercado internacional, Riesco destacó que si bien todavía no exporta, 25% de sus ventas son traídas desde Canadá.
Un caso distinto es el de Casas Rucantú, cuyo gerente general, Mario Sepúlveda, destacó que “hace seis años exportamos nuestras casas a España, con embarques mensuales, y en forma sostenida y creciente”.
Otra tecnología es la que se utiliza en las casas industrializadas, donde las viviendas son producidas en fábricas, despachándose completamente armadas e instalándose listas para ser habitadas en su destino. Moreno, explicó que “lo habitual es que la vivienda se construya in situ, pero lo que esto ofrece es un producto industrial, cuyo proceso permite controlar la calidad desde que entra la materia prima hasta que sale la vivienda completa, con todos los chequeos de calidad. Esto se lleva a terreno y se instala también con nuestra certificación”, destacó.
Una de las empresas que incursiona en las viviendas industrializadas es Vic Chile, compañía especializada en casas modulares enfocadas al sector económico ABC1, que trae la tecnología de la norteamericana The Commodore Corporation, que cuenta con más de 19 millones de construcciones en Estados Unidos. La gran ventaja de Vic, a juicio de la firma, es su rapidez, pues el ciclo de producción no supera los 15 días en fábrica y ocho días en terreno.
Enfocada a otro segmento, aunque con las mismas características de fabricación, es Tecnotruss. Rodrigo Pinto, gerente general, explicó que Òestamos enfocados a las soluciones sociales, desde UF 300 a UF 1.000Ó y agregó, que este mercado ha experimentado una gran expansión en los últimos dos años y que la compañía edifica alrededor de 255.000 m2 al año.
Mitos
Según Délano, la mayoría de la gente piensa en las casas prefabricadas como simples cabañas de veraneo o una solución social, pero destacó que este prejuicio está cambiando, “sobre todo en los jóvenes que ven estas casas como una alternativa viable para su primera vivienda”.
En tanto, Riesco aseguró que los principales mitos que hay que sortear son “la combustibilidad, la mantención y durabilidad de las viviendas”, no obstante, el ejecutivo destacó que todo se resuelve con el tratamiento que se le de a la madera. “Sólo hay que ver la arquitectura de las iglesias en el sur, zona que demuestra que la madera incluso resiste sismos”.
Con respecto a la combustibilidad, tanto Moreno como Enrique Escobar (gerente del Centro de Transferencia Tecnológica de Corma), coinciden en la durabilidad de estas soluciones habitacionales, como también en que la resistencia al fuego es mayor por parte de una casa de madera que una de hormigón.
“El acero es un excelente material, pero con la temperatura, una viga de acero pierde su capacidad de resistencia y se tuerce como mantequilla”, aseguró el ejecutivo de Corma. Por su parte, el consultor de Fundación Chile, aseguró que en algunos experimentos, una casa de madera soporta media hora con temperaturas sobre los 800 grados y sin problemas en su arquitectura.
Juicios Financieros
Pero no son sólo los prejuicios de la madera, los que hacen su inversión más difícil, pues ni siquiera los estudios realizados han podido abatir las barreras y la combustión sigue siendo un karma para quien quiera asegurar su casa. Las compañías de seguros no se sienten cómodas a la hora de cubrir una vivienda que no es de hormigón y algunas veces, cuando acceden a hacerlo, las cuotas mensuales superan claramente las de una vivienda clásica, según precisaron fuentes del sector.
También existe cierta desigualdad a la hora de la tasación. La tasadora, Daniela Ortiz, de la compañía de tasaciones Diego Errázuriz, aseguró que, en general, las diferencias de valor de una casa de madera y otra de hormigón fluctúan entre los UF 18 y UF 23, respectivamente el metro cuadrado, y esto es cuando la casa de material forestal cumple con los más altos requisitos de construcción, pues de lo contrario las diferencias pueden ser aun mayores.